Aftas en la Mucosa Oral: Causas, Síntomas y Opciones de Tratamiento.

Aftas orales: Causas manifestaciones clínicas y opciones de tratamiento.


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Doraimon le muestra a Novita su afta 
lingual.
Las divertidas aftas orales no son nada nuevo que sólo disfrutamos en los tiempos actuales.
Las aftas orales no son un fenómeno reciente, y su presencia se remonta a tiempos antiguos. En los escritos de William Shakespeare, algunos personajes mencionaron que aquellos que mentían serían maldecidos con ampollas en la lengua. Por ejemplo, en The Winter's Tale (2.2.32), Paulina dice: "Si demuestras que tengo la boca llena de hiel, que se me ampolle la lengua". De igual manera, Julieta maldice a su enfermera por avergonzar a Romeo: "¡Se te ampollará la lengua por tal deseo!" (Romeo y Julieta 3.2.90). Estas referencias a "ampollas en la lengua" podrían hacer alusión a las aftas, ya que la lengua es una de las zonas más comunes donde suelen aparecer. 
A Hipócrates (460 a 370 aC) se le atribuye el primer uso de la palabra "aphthai", que significa úlcera o llaga.

¿Con qué frecuencia aparecen las úlceras aftosas en la boca?"

<img src="Hipócrates.png" width="350" height="350" border="0" alt="Hipócrates describió la estomatitis aftosa en sus estudios sobre enfermedades bucales." />
Hipócrates. Padre de la
mediicina priemero en 
emplear el vocablo aftas

Las úlceras aftosas, conocidas médicamente como estomatitis aftosa recurrente (EAR), son lesiones benignas pero dolorosas que aparecen frecuentemente en la mucosa bucal. Su origen sigue siendo incierto y los tratamientos existentes son variados, sin que exista un consenso claro sobre el más efectivo. Estas molestas úlceras afectan principalmente a adolescentes y adultos jóvenes, aunque pueden presentarse a cualquier edad.

Su aparición resulta particularmente común en pacientes con ciertas enfermedades de base, especialmente aquellas que comprometen el sistema inmunológico. Un caso especial son las enfermedades inflamatorias intestinales, donde las aftas suelen manifestarse como síntomas extraintestinales.

El correcto diagnóstico de estas lesiones es crucial, ya que en algunos casos pueden ser señal temprana de enfermedades sistémicas o aparecer simultáneamente con ellas (1-2). La EAR, de naturaleza principalmente idiopática, afecta aproximadamente al 20% de la población global. Los estudios epidemiológicos muestran una prevalencia variable entre el 1.4% y 21.4% según la región estudiada (1-6).
Aunque provocan incomodidad, las aftas suelen curarse espontáneamente en 7 a 10 días. Existen diversas opciones terapéuticas para aliviar los síntomas durante este período, aunque ninguna ha demostrado superioridad absoluta. Es importante recordar que, pese a lo molesto que resultan, se trata de una condición temporal que en la mayoría de los casos no reviste gravedad.

¿Cómo se manifiesta la estomatitis aftosa recurrente (EAR)?


Cualquiera puede desarrollar un afta (como la de Doraemon en la imagen anterior). No son contagiosas, por lo que no se transmiten de persona a persona. Dado que su causa exacta es desconocida, el diagnóstico se realiza principalmente a través de la historia clínica y los criterios clínicos, sin necesidad de pruebas de laboratorio para confirmarlo. Generalmente, las aftas son más comunes en adolescentes y adultos jóvenes, y tienden a ser más frecuentes en personas con ciertas condiciones médicas, especialmente en aquellos que padecen enfermedades inflamatorias intestinales.

<img src="Afta_gigante_labio_superior-redondeada.png" width="200" height="200" border="0" alt="Afta gigante en el labio superior con inflamación y dolor." />
Característica clínica de  una úlcera 
aftosa típica.
Las úlceras aftosas suelen estar cubiertas por una pseudomembrana de color amarillo o gris blanquecino, rodeada por un halo rojizo e inflamado que las delimita claramente del tejido circundante (como se observa en la imagen). Aunque, en la mayoría de los casos, aparecen como lesiones aisladas que se curan en un plazo de dos semanas, muchas veces tienden a recidivar en intervalos cortos, lo que provoca un dolor intenso y dificultades para comer, beber, tragar y hablar. Esto impacta negativamente la calidad de vida de los pacientes durante la fase activa de las lesiones.

Las aftas orales se manifiestan como úlceras pequeñas, redondeadas u ovaladas, únicas o múltiples, siempre muy dolorosas y aparecen en cualquier sitio de la mucosa oral, aunque los lugares más prevalentes son los bordes de la lengua, la mucosa interna de las mejillas, los labios, el paladar y las amígdalas. Horas antes de que se produzcan las lesiones se manifiesta una sensación de escozor o ardor en el sitio donde surgirán.

<img src="gif_aftas_orales.gif" width="300" height="214" border="0" alt="GIF ilustrando el desarrollo y características de las aftas orales." />
Imágenes de aftas orales en diferentes 
localizaciones anatómicas.
Estas lesiones pueden presentarse en diferentes formas clínicas. El diagnóstico diferencial principal es con el herpes simple viral.

La estomatitis aftosa recurrente (EAR) se clasifica sobre la base del tamaño y el número de ulceraciones en menor, mayor y herpetiforme. La presentación clínica menor es la que la mayoría de las personas padecen. Aunque la EAR, como antes hemos comentado, puede ser un indicador o señal que revele la existencia de enfermedades crónicas intestinales subyacentes como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, la mayor parte de las veces son simplemente aftas primarias de la mucosa oral y quienes las padecen no tienen otras afecciones gastrointestinales o inmunopatías.

Factores que contribuyen a la aparición de la estomatitis aftosa recurrente y sus posibles causas.


No se pueden identificar agentes etiológicos específicos, sino más bien factores implicados en la aparición de la EAR. Aún no se ha establecido un mecanismo etiopatogénico claro que permita determinar una causa definitiva y demostrable, lo que dificulta la implementación de medidas preventivas efectivas y tratamientos que funcionen en todos los pacientes. Como resultado, existen diversos factores desencadenantes, y aunque su manejo puede ofrecer cierto alivio, los resultados son generalmente limitados

<img src="Factores_desencadenantes_de_las_aftas_orales.gif" width="300" height="203" border="0" alt="GIF sobre los factores que desencadenan las aftas orales." />
Factores que intervienen en la aparición de la 
estomatitis aftosa recurrente.
Como se observa en la imagen izquierda en la aparición de la EAR, no interviene un solo factor desencadenante, generalmente hay varios interactuando. Se ha propuesto que, en pacientes genéticamente predispuestos, el efecto de determinados factores inicia una cascada de mediadores inflamatorios (citocinas) dirigidas contra áreas concretas de la mucosa oral que lesiona la superficie mucosa y producen las úlceras aftosas.

Los factores desencadenantes más estudiados son el trauma local, el estrés, y los cambios hormonales aunque también intervienen otros como algunos tipos de alimentos, deficiencias de vitaminas y oligoelementos. Otros factores asociados incluyen enfermedades sistémicas y deficiencias nutricionales, alergias alimentarias, predisposición genética y trastornos inmunológicos, así como el uso de ciertos medicamentos.

Hasta la fecha, no se ha identificado una causa única que prevenga la aparición de las lesiones de la EAR. Muchos especialistas e investigadores en medicina oral y otras especialidades médicas no consideran la EAR como una sola enfermedad, sino como varios estados patológicos con características clínicas similares que se manifiestan como ulceraciones aftosas.

La investigación sobre la etiología y patogenia de la EAR es extensa, tan variada como los factores causales propuestos. Muchos estudios sugieren que las alteraciones de la microbiota oral podrían ser responsables (8), mientras que otros destacan la importancia de microorganismos específicos como Streptococcus, Helicobacter pylori (9) y citomegalovirus (9). Además, algunas investigaciones señalan una variedad de microorganismos no identificados (10) como posibles agentes causantes. Lo más enigmático es que diversas enfermedades sistémicas, como la enfermedad celíaca infantil o la colitis ulcerosa (11-12), también se asocian clínicamente con las úlceras aftosas. 

Estomatitis aftosa recurrente como marcador clínico de comorbilidades sistémicas.

Para diagnosticar y tratar adecuadamente a un paciente con lesiones de EAR, el médico debe identificar o excluir trastornos sistémicos asociados, como se explicará a continuación.

El desafío diagnóstico radica en que algunas enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, no solo afectan el tracto intestinal, sino que también pueden manifestarse de manera extraintestinal en la cavidad oral (13). Las lesiones mucosas orales induradas en forma de etiqueta, el adoquinado y las mucogingivitis son hallazgos orales específicos más comunes de manifestaciones extraintestinales de estas enfermedades (14). La estomatitis aftosa se encuentra entre las alteraciones orales no específicas, lo que significa que tener EAR no implica necesariamente que el paciente sufra de una enfermedad intestinal; sin embargo, es fundamental excluirla de manera diferencial. En caso de que se diagnostique una enfermedad intestinal, el tratamiento de la EAR debe centrarse en controlar la enfermedad intestinal subyacente, lo que a su vez conducirá a la desaparición de las crisis de EAR (14-15).

Enfoque terapéutico integral en el manejo de la estomatitis aftosa recurrente.

El tratamiento de la estomatitis aftosa recurrente (EAR) es principalmente empírico, sintomático e inespecífico, centrado en aliviar el dolor, promover la cicatrización de las úlceras, prevenir la recurrencia y mantener las remisiones.

El manejo de las úlceras aftosas orales recurrentes se basa mayormente en medicamentos de aplicación tópica, los cuales se seleccionan y ajustan según la gravedad de la condición en cada caso particular, teniendo en cuenta factores como la edad, la frecuencia de las úlceras, la intensidad del dolor y la respuesta al tratamiento. Un tratamiento eficaz alivia el dolor, reduce el deterioro funcional y disminuye la frecuencia y gravedad de las recurrencias (12-16).

En la mayoría de los casos, se opta por tratamientos locales. Los agentes tópicos son la primera opción debido a su seguridad y efectividad, con pocos efectos secundarios y un riesgo reducido de interacciones farmacológicas. Los tratamientos más comunes incluyen anestésicos tópicos, preparados antisépticos y antiinflamatorios, esteroides tópicos en forma de cremas, pastas o lociones, antiácidos como el sucralfato, suspensión de tetraciclina estable, y pastas dentales que contienen enzimas como amiloglucosidasa y glucosa oxidasa. Además, el manejo dietético de apoyo resulta de gran ayuda (6-9).

En casos resistentes, los agentes inmunomoduladores sistémicos, como la colchicina, pentoxifilina, prednisolona, dapsona, levamisol, talidomida, azatioprina, metotrexato, ciclosporina A, interferón alfa y antagonistas del factor de necrosis tumoral (TNF), pueden ser útiles en lesiones más graves con afectación sistémica. No obstante, deben emplearse con cautela debido a sus efectos secundarios y siempre bajo estricta supervisión médica (10-12).

Uso de probióticos orales en el tratamiento de la estomatitis aftosa recurrente.

Los probióticos se definen como "microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del huésped". La composición y función de la microbiota oral desempeñan un papel clave en la salud de la mucosa bucal.

En el caso de la estomatitis aftosa recurrente (EAR), se produce una alteración de la microbiota oral como parte de la afección. En este contexto, la bioterapia con probióticos, que pueden restaurar el ecosistema oral, podría ofrecer una opción complementaria en el tratamiento.

Un metaanálisis publicado en 2020 (The efficacy of probiotics in management of recurrent aphthous stomatitis: a systematic review and meta-analysis) demuestra que los probióticos contribuyen a una reducción significativa del dolor bucal, aunque no resultaron efectivos para disminuir la gravedad de las úlceras.

La combinación de probióticos con esteroides o gel antiséptico anestésico ha mostrado ser más eficaz que el uso aislado de esteroides o geles en pacientes con EAR. Otro estudio resalta la eficacia y rapidez de respuesta de los probióticos como coadyuvantes en el tratamiento de las úlceras aftosas, reduciendo el número, el tamaño y el dolor asociado a las úlceras sin efectos secundarios atribuibles a los probióticos (18).

Como es bien sabido, los probióticos pueden ser beneficiosos en el tratamiento de diversas enfermedades. La medicina oral no es una excepción, y el uso de probióticos está creciendo. Cada vez surgen más estudios que respaldan su uso en la terapéutica y prevención de diversas afecciones (ver en esta misma web el empleo de probióticos en el tratamiento de la enfermedad periodontal, mucositis oral asociada a tratamientos oncológicos, candidiasis y halitosis, entre otros), con resultados satisfactorios, incluso en situaciones tan específicas como la prevención de la inflamación de los implantes dentales (19).

Aunque los probióticos son prometedores en el tratamiento de la estomatitis aftosa recurrente, aún se necesitan más estudios para identificar las cepas y dosis óptimas. Mientras tanto, su uso como tratamiento complementario es, sin duda, seguro y apropiado. Cada cepa tiene funciones y beneficios distintos, por lo que una cepa probiótica utilizada para tratar enfermedades de la piel no será necesariamente efectiva para la EAR. Con el tiempo, es probable que surjan formulaciones específicas para el tratamiento de la EAR. 

Referencias Bibliográficas de aftas orales.

1. Kleinman, D. V., Swango, P. A. & Pindborg, J. J. Epidemiología de las lesiones de la mucosa oral en escolares de los Estados Unidos: 1986–87. común Mella. Epidemiol oral. 22, 243–253. https://doi.org/10.1111/j.1600-0528.1994.tb01815.x (1994).

 2. Chiang, C. P., Chueh, L. H., Lin, S. K. & Chen, M. Y. Manifestaciones orales de pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana en Taiwán. J. Formosa Med. Asoc. Rev. 97, 600–605 (1998).

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 4. Darjani, A.; Joukar, F.; Naghipour, M.; Asgharnezhad, M.; Mansour-Ghanaei, F. Prevalencia de por vida de la estomatitis aftosa recurrente y sus factores relacionados en la población del norte de Irán: el estudio de cohorte PERSIAN Guilan. clin. Oral. investigando 2021, 25, 711–718. [Referencia cruzada] [PubMed].

 5. Xu, K.; Zhou, C.; Huang, F.; Duan, N.; Wang, Y.; Zheng, L.; Wang, X.; Wang, W. Relación entre los factores dietéticos y la estomatitis aftosa recurrente en China: un estudio transversal. J. Int. Medicina. Res. 2021, 49, 675888644. [Referencia cruzada]

 6. Hariyani, N.; Bramantoro, T.; Nair, R.; Singh, A.; Sengupta, K. Síntomas de depresión y estomatitis aftosa recurrente: evidencia de un estudio poblacional en Indonesia. Enfermedades orales 2020, 26, 948–954. [CrossRef] [PubMed] Medicina 2022, 58, 771 14 de 18

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 8. Bankvall, M.; Sjoberg, F.; Gale, G.; Wold, A.; Jontell, M.; Östman, S. La microbiota oral de pacientes con estomatitis aftosa recurrente. J. Oral Microbiol. 2014, 6, 25739. [Referencia cruzada]

 9. Kazanowska-Dygdała, M.; Du´s, I.; Radwan-Oczko, M. La presencia de Helicobacter pylori en las cavidades orales de pacientes con leucoplasia y liquen plano oral. Aplicación J. Ciencia oral. 2016, 24, 18–23. [Referencia cruzada].

 10. Slebioda, Z.; Szponar, E.; Kowalska, A. Etiopatogenia de la estomatitis aftosa recurrente y el papel de los aspectos inmunológicos: revisión de la literatura. Arco. inmunol. El r. Exp. 2014, 62, 205–215.

 11. Ludovichetti, FS; Signoriello, A.G.; Girotto, L.; Del Dot, L.; Piován, S.; Mazzoleni, S. Lesiones bucodentales en pacientes pediátricos con enfermedad celíaca: un estudio clínico observacional retrospectivo. Rev. Esp. Enferm. Excavar. 2022; En línea antes de la impresión. [Referencia cruzada] [PubMed.

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 15. EA de campo, Allan RB. Artículo de revisión: ulceración oral: etiopatogenia, diagnóstico clínico y manejo en la clínica gastrointestinal. Aliment Pharmacol Ther. 2003; 18:949–962

16, Kamran B Lankarani, Gholam Reza Sivandzadeh, Shima Hassanpour.Manifestación oral en la enfermedad inflamatoria intestinal: una revisión Mundo J Gastroenterol. 2013 Diciembre 14;19(46):8571-9.

 17. Bin Cheng, Xinyi Zeng, Shaoyuan Liu, Jing Zou1 & Yan Wang1. www.nature.com/scientificreports (The efcacy of probiotics in management of recurrent aphthous stomatitis: a systematic review and meta‑analysis.Scientifc Reports | (2020) 10:21181.

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19. Prasanna Neelakantan and Adline Princy Solomon. Dental Implants and Oral Microbiome Dysbiosis An Interdisciplinary Perspective. Switzerland AG 2022. 8-3-030-99014-5 (eBook) https://doi.org/10.1007/978-3-030-99014-5