La coincidencia de periodontitis con disfunción eréctil aumentan el riesgo de infartos cardíacos.
Periodontitis vs disfunción eréctil |
Relación entre periodontitis, disfunción eréctil vasculogénica e infartos.
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¿Qué está pasando?¡ Es hora de ir al médico y al dentista! |
En 1993, la Conferencia de Consenso sobre la Impotencia del NIH (National Institute of Health) definió la Disfunción Eréctil (DE) como "la incapacidad permanente para iniciar o mantener una erección suficiente para tener una relación sexual satisfactoria". Aunque se considera un trastorno benigno, puede afectar tanto la salud física como mental, impactando significativamente la calidad de vida de los pacientes y sus parejas.
Más allá del deterioro sexual, la disfunción eréctil (DE) actúa como un síntoma centinela de otras enfermedades, como la diabetes mellitus o la hipertensión arterial, lo que la convierte en una posible señal de enfermedad vascular sistémica. Los hombres con enfermedad coronaria comprobada presentan una alta incidencia de DE, y en algunos casos, la aparición de la disfunción eréctil puede ser un síntoma precoz, lo que sugiere la presencia de una enfermedad coronaria oculta.
Desde hace tiempo se reconoce la relación entre la periodontitis crónica (PC) y la enfermedad vascular, mediada por citocinas proinflamatorias liberadas en el torrente sanguíneo. Muchos investigadores consideran que la periodontitis y la disfunción eréctil (DE) comparten vínculos patogénicos, ya que la inflamación crónica puede provocar daño endotelial, afectando tanto el sistema cardiovascular como los vasos cavernosos del pene.
Aunque esta asociación aún no está completamente demostrada, el interés de la comunidad médica es evidente. Hasta 2018, se habían publicado alrededor de 250 estudios que, de una u otra forma, vinculan la PC con la DE. Además, varias investigaciones proponen que el tratamiento y control de la periodontitis pueden contribuir a mejorar la función eréctil.
Importancia de la relación entre disfunción eréctil y periodontitis crónica como problema de salud.
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Periodontitis crónica que concomita con disfunción eréctil. |
Solo el 15% de la población de más de 19 años no presenta ningún tipo de alteración periodontal, lo cual pone de manifiesto la trascendencia del problema ante el que nos hallamos.
Los estudios realizados por la Asociación para la Investigación en Disfunciones Sexuales en Atención Primaria (AISD-AP) y el trabajo multidisciplinar Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina (EDEM), han concluido a partir de un análisis realizado por 12 asociaciones científicas que 1 de cada 5 hombres mayores de 18 años sufren disfunción eréctil.
Bases fisiopatológicas que sustentan la relación entre periodontitis y disfunción eréctil.
Para comprender mejor este tema, es útil recordar brevemente la estructura del pene y del tejido eréctil. Este tejido está presente en diversas áreas del cuerpo, como los cuerpos cavernosos del pene, el clítoris y el vestíbulo de la vulva.
Durante la erección, los cuerpos cavernosos se llenan de sangre arterial en un proceso conocido como tumescencia, desencadenado por estímulos fisiológicos asociados con la excitación sexual. Debajo de estos se encuentra el cuerpo esponjoso, una estructura tubular única que también puede llenarse de sangre, aunque en menor medida que los cuerpos cavernosos.
El dibujo de la izquierda es un corte transversal del pene donde se reconoce la zona donde se ubican los cuerpos cavernosos. En el centro, la imagen microscópica panorámica de estos y en la derecha, una sección a mayor aumento donde se transparentan los espacios cubiertos de endotelio del tejido eréctil.
La enfermedad periodontal es una patología inflamatoria que destruye los tejidos de soporte del diente. Aunque es desencadenada por microorganismos orales, su gravedad depende en gran medida de la respuesta inflamatoria individual. Las formas más comunes de esta enfermedad se han asociado con diversos problemas de salud, como complicaciones en el embarazo, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, enfermedades pulmonares y diabetes.
Es importante destacar que las bacterias presentes en la periodontitis pueden desprenderse y diseminarse en el torrente sanguíneo ante estímulos cotidianos como la masticación, los besos, el cepillado dental o incluso la presión negativa generada al fumar.
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Las flechas apuntan al endotelio del tejido eréctil. |
Aquí radica la conexión entre la periodontitis crónica (PC) y la disfunción eréctil (DE). El tejido eréctil del pene está formado por múltiples espacios recubiertos de endotelios, separados por trabéculas de tejido conectivo y músculo liso. Este endotelio vascular puede ser dañado por las citocinas proinflamatorias, cuya producción es inducida por bacterias o endotoxinas en la circulación sistémica.
Las citocinas son polipéptidos reguladores con funciones inflamatorias, inmunomoduladoras y metabólicas. En condiciones patológicas, un desequilibrio proinflamatorio puede generar disfunción endotelial, afectando la circulación tanto a nivel cardiovascular como en los vasos cavernosos del pene.
Si bien la DE tiene múltiples causas (arteriales, neurogénicas, hormonales, iatrogénicas y psicogénicas), se acepta ampliamente que, en la mayoría de los casos, su origen es vascular. De hecho, la DE puede ser una manifestación temprana de la enfermedad vascular periférica, lo que la convierte en un síntoma centinela de posible enfermedad cardiovascular oculta.
¿Cuál es la conexión entre la periodontitis y la disfunción eréctil?
Se piensa que el punto de contacto está en la alteración endotelial que provocan las citocinas proinflamatorias liberadas a la circulación sistémica por las bacterias y/o las endotoxinas de las periodontitis.![]() |
Papiro que muestra el tratamiento de la disfunción eréctil en el Egipto antiguo. |
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La disfunción eréctil provoca problemas entre parejas y además cardiovasculare. |
El metaanálisis analizó 38.111 casos y 174.807 controles, revelando una asociación positiva entre periodontitis crónica (PC) y disfunción eréctil (DE). No obstante, debido a la heterogeneidad estadística de los estudios incluidos, los autores advierten que las conclusiones deben interpretarse con cautela. Destacan la necesidad de estudios controlados en poblaciones homogéneas y de investigaciones fisiopatológicas que permitan confirmar esta relación y explorar en mayor profundidad los mecanismos biológicos involucrados.