Mucositis oral inducida por quimio y/o radioterapia. Cuidados orales previos al tratamiento oncológico.
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¿Cómo aliviar el impacto de la quimio y radioterapia en la mucosa oral?
La mucositis es la aparición de llagas en la boca, generalmente entre 10 y 12 días después de iniciar un tratamiento con quimioterapia o radioterapia. Afecta aproximadamente a la mitad de los pacientes sometidos a quimioterapia y a casi todos los que reciben radioterapia en la cabeza y el cuello. El problema radica en que los tratamientos oncológicos destruyen células de rápida multiplicación, como las de los tumores. Sin embargo, algunos tejidos sanos del cuerpo, como las mucosas y las células blancas de la sangre, también presentan una alta tasa de renovación celular, lo que los hace vulnerables a estos agentes antitumorales. Como resultado, se generan ulceraciones generalizadas e irritación en la mucosa, debido a la eliminación prematura de células antes de que puedan madurar y proteger adecuadamente la superficie oral.
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¡ Ánimo mamá --Pronto estaremos en casa ! |
Antes de comenzar la quimioterapia o radioterapia, es esencial tratar cualquier infección bucal, como caries o enfermedades periodontales. Esto no solo reduce el riesgo de complicaciones durante y después del tratamiento, sino que también disminuye la carga bacteriana en la boca, evitando que agrave la irritación. La oncoterapia reduce el flujo salival y, con ello, la protección natural de la saliva, lo que acelera el desarrollo de caries y periodontitis.
Recuerde: usted superará el cáncer, y su boca debe estar lista para acompañarlo en esta nueva etapa. Cuidarla ahora le permitirá recuperar su calidad de vida después del tratamiento. No la descuide. Pronto volverá a disfrutar de los sabores, a sonreír con confianza y a besar sin preocupaciones. Para ello, necesita encías y dientes saludables.
Si visita al dentista por iniciativa propia, es fundamental que le informe sobre su tratamiento oncológico. Lo ideal es que cualquier procedimiento dental se realice en coordinación con su equipo médico para garantizar su seguridad y bienestar.
Durante el tratamiento, si surge la necesidad de intervenciones odontológicas adicionales, el dentista y el oncólogo deben evaluar juntos cada caso. En pacientes que reciben radioterapia en la cabeza y el cuello, el impacto de las radiaciones sobre los huesos limita la posibilidad de realizar procedimientos invasivos, que solo se consideran en situaciones excepcionales. Los huesos maxilares requieren al menos un año para recuperarse de los efectos de la radiación, por lo que es preferible completar cualquier tratamiento dental antes de iniciar la radioterapia.
Además, es crucial vigilar los conteos sanguíneos, ya que la disminución de las células de defensa puede impedir la realización segura de tratamientos odontológicos. El especialista que lleva su caso debe monitorear su estado hematológico e informar al dentista sobre la viabilidad de cualquier procedimiento.
El dentista también debe establecer un protocolo de higiene oral adaptado a su situación. Es recomendable un cepillado cuidadoso después de cada comida con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental sin saborizantes irritantes, como el mentol. En muchos casos, las pastas infantiles resultan adecuadas. Para humectar la mucosa y reducir molestias, mojar el cepillo en una solución de agua hervida con sal puede ser una opción sencilla y efectiva. Mantener una buena higiene bucal antes y durante la oncoterapia contribuirá a minimizar complicaciones y mejorar su calidad de vida.
Recomendaciones para el cuidado oral en pacientes con tratamientos oncológicos.
- La aplicación profesional de geles de fluoruros tópicos cada tres meses ayuda a prevenir la aparición de caries.
- Cambie su cepillo de dientes semanalmente para evitar la acumulación de bacterias. Si le causa dolor, opte por un hisopo con punta de esponja impregnado con un limpiador suave. Existen cepillos de cerdas ultrafinas y cabezales pequeños que ofrecen mayor comodidad.
- Ante dolor o sangrado en las encías, consulte a un profesional. Un enjuague bucal antimicrobiano puede ser útil temporalmente, pero lo ideal es acudir al dentista antes de comenzar la oncoterapia para una evaluación periodontal.
- Además de dientes y encías, cepille suavemente el dorso de la lengua para reducir el riesgo de infecciones por hongos y mejorar el aliento.
- Los irrigadores orales y cepillos eléctricos pueden aumentar la irritación en los tejidos sensibles. Un cepillo manual permite un control más preciso y suave.
- Si usa prótesis removible, límpiela bien después de cada comida y no la utilice mientras duerme. Las dentaduras desajustadas pueden agravar la mucositis, por lo que es recomendable ajustarlas o sustituirlas antes de iniciar el tratamiento oncológico.
- Los enjuagues bucales comerciales, especialmente los que contienen alcohol, pueden ser agresivos para la mucosa irritada. La mejor alternativa es una solución de agua hervida con sal, que también puede usarse para humedecer el cepillo.
- Fumar agrava la irritación y retrasa la recuperación de la mucosa oral, por lo que es fundamental eliminar este hábito.
- Los alimentos con bordes duros o filosos, como galletas y papas fritas, pueden causar molestias adicionales en los tejidos sensibles.
- En casos de sequedad bucal, frecuente en quienes reciben radioterapia en cabeza y cuello, es importante mantener la hidratación. La reducción del flujo salival dificulta la masticación, la deglución y el habla.
- Se pueden emplear sustitutos de saliva recomendados por los médicos tratantes.
- Evite remedios caseros sin respaldo científico, ya que podrían empeorar la irritación en la mucosa oral.
El lazo rosa. Lazo Rosa: Símbolo de la Lucha contra el Cáncer de Mama.
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Lazo Rosa: Símbolo de la Lucha contra el Cáncer de Mama. |