Leucoplasia oral en fumadores: Diagnóstico, características y relevancia clínica.
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Bandera de rendición frente al tabaquismo.
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La leucoplasia oral es una lesión caracterizada por la aparición de placas o parches blancos en cualquier área de la mucosa bucal. Esta condición, aunque inicialmente no presenta síntomas dolorosos, es una señal clara de que algo no está bien en la cavidad oral. Al igual que agitar una bandera blanca es un símbolo universal de solicitud de tregua o alto al fuego, la leucoplasia oral actúa como una "bandera blanca" en la mucosa bucal, indicando la presencia de una lesión precancerosa. Esta condición actúa como una advertencia urgente, solicitando una intervención inmediata, específicamente la eliminación del hábito de fumar, para prevenir la progresión hacia un cáncer oral.
El uso del color blanco para las banderas parece haber surgido por razones prácticas, ya que este color era el más fácil de conseguir en condiciones de campaña. Una bandera para solicitar el alto al fuego podía hacerse con cualquier objeto blanco disponible, como una camiseta, un pañuelo o vendajes. Lo único necesario era atar el trapo a un palo, y con eso se lograba el objetivo: rendirse y poner fin a la pelea. Desde ese momento, solo quedaba contar la historia de lo valientes que fuimos.
El primer uso documentado de la bandera blanca como símbolo de rendición ocurrió en China, durante la Dinastía Han, gobernada por la familia Liu. Esta dinastía, que duró alrededor de 400 años, es considerada una de las más grandes de la historia de China (25 a.C. - 220 d.C.). También en el Imperio Romano se utilizó la bandera blanca, como lo menciona el historiador y senador Cornelio Tácito en su obra De Vita et Moribus Iulii Agricolae (56-117 d.C.), donde describe su uso en batallas perdidas.
¿Qué son las leucoplasias o leucoplaquias y por qué son importantes?
En 1851, Sir James Paget reconoció el potencial cancerígeno de las llamadas "placas de fumador". El término "leucoplaquia" fue introducido en 1877 por el médico húngaro Schwimmer.
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Leucoplasia del paladar. |
El reconocimiento de lesiones orales es una parte esencial de la odontología moderna. Hoy en día, el diagnóstico de estas lesiones forma parte de las competencias profesionales de los dentistas. Cada vez que acudes a una consulta, el dentista tiene la obligación de realizar un examen minucioso de toda tu boca, no solo para abordar el tratamiento que solicitas, sino también para detectar posibles lesiones, incluidas aquellas que podrían ser premalignas.
El examen sistemático de la cavidad oral es un deber profesional y un derecho del paciente. Según el lex artis de la odontología, no basta con tratar lo evidente; es responsabilidad del dentista revisar todas las estructuras bucales para garantizar tu salud integral. Este examen es fundamental para la prevención y detección temprana del cáncer oral, ya que el pronóstico de cualquier lesión depende del momento en que se identifique.
Tu salud oral está en juego. Un examen completo no solo es una práctica recomendada, sino tu derecho como paciente. Detectar a tiempo cualquier anomalía puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno complejo. Así de simple y crucial es este procedimiento.
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Leucoplasia de lengua. |
La leucoplaquia se identifica como placas o parches blancos que aparecen en cualquier área de la mucosa oral. Según su origen, se reconocen tres tipos de lesiones: 1) La leucoplaquia tradicional, asociada al consumo de tabaco; 2) La leucoplaquia idiopática, cuya causa es desconocida; y 3) La leucoplaquia vellosa, vinculada al virus de Epstein-Barr, que generalmente afecta a individuos con VIH, aunque también se ha encontrado en personas con otras inmunodeficiencias, como aquellos que han recibido un trasplante.
El término "leucoplaquia idiopática" se utiliza para aquellas lesiones en las que no se detecta un agente causal. Se estima que la leucoplaquia idiopática tiene un mayor potencial de malignización que la asociada al tabaquismo.
Este artículo se centrará en la leucoplaquia relacionada con el consumo de tabaco. La definición más aceptada describe la leucoplaquia como un parche o placa blanca que no se puede desprender de la superficie mucosa, que no puede ser clasificada clínica ni histológicamente como otra afección, y que no está asociada con ningún agente causal distinto al tabaco.
El diagnóstico clínico inicial se realiza mediante un proceso de exclusión, diferenciando otras posibles lesiones blancas de diversa etiología y gravedad, lo cual requiere confirmación mediante biopsia (por ejemplo, líquen plano, mordedura crónica de los carrillos, queratosis friccional, leucoedema, nevo blanco esponjoso, candidiasis, entre otras).
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Carcinoma y leucoplasia de lengua. |
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Leucoplasia del carrillo. |
La imagen de la lengua muestra una extensa mancha blanca en la superficie dorsal (leucoplaquia), con la mucosa lingual lisa y atrófica. La zona roja brillante corresponde a una úlcera cancerosa, lo que indica la coexistencia de ambas lesiones.
La lesión blanca en el carrillo es una leucoplaquia que refleja la trayectoria del humo del tabaco, un patrón común en las lesiones de la mucosa del carrillo.
Clínicamente, las lesiones de leucoplaquia se dividen en dos grupos principales: las superficiales, de color blanco lechoso (leucoplaquia homogénea), que son las más comunes, y las menos frecuentes, que evolucionan a placas gruesas e induradas con fisuras y ulceraciones, con mayor potencial de malignización, especialmente en la variedad verrucosa.
En algunos casos, aparece la eritroleucoplaquia (leucoplaquia erosiva), una lesión blanquecina con áreas rojas que también tiene un alto riesgo de cáncer.
Las siguientes imágenes muestran lesiones premalignas en diferentes localizaciones y etapas de desarrollo. Una foto muestra una leucoplasia verrucosa, mientras que otra muestra una extensa leucoplasia que se extiende desde el labio hasta el carrillo. La imagen central muestra una leucoplaquia en la cara ventral de la lengua, que se extiende desde la punta hasta el suelo de la boca.
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Leucoplasia desarrollando carcinoma en la comisura. |
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Leucoplasia de cara ventral de lengua. |
Varias investigaciones confirman que la leucoplaquia afecta del 2 al 4 % de la población adulta. En un
estudio que realizamos en Cuba con una muestra de 22,741 personas identificamos una frecuencia 1,52 % de leucoplaquia.
En este estudio el hombre fue aproximadamente tres veces más afectado que la mujer, y la frecuencia se incrementó notablemente después de los 40 años. La mucosa del carrillo fue la región anatómica más afectada con el 44,08 %, seguida de la encía con el 30,42 %. El 86,27 % de las lesiones aparecieron en una sola localización anatómica; se registró que sólo el 0,31 % de las leucoplaquias eran del tipo idiopático, y se evidenció una relación directa, en el caso de la leucoplaquia asociada al consumo de tabaco, con la duración del hábito, la cantidad y características del mismo.
¿Cuál es el riesgo de malignización de las leucoplasias?
Las leucoplaquias asociadas al tabaquismo son lesiones premalignas que aumentan el riesgo de cáncer oral, pero no siempre se transforman en cáncer. Se dividen en dos tipos principales: las más comunes son las de color blanco lechoso (leucoplaquia homogénea), y las menos frecuentes, que evolucionan a placas gruesas, induradas y ulceradas, tienen mayor potencial de malignización, como la leucoplaquia verrucosa. También existe la eritroleucoplaquia, con áreas rojas, que también tiene alto riesgo de cáncer.
El riesgo de malignización varía entre el 0,6 % y el 20 %, pero los estudios más fiables estiman un 3 % a 5 %. Aproximadamente el 80 % de las lesiones mejoran tras dejar de fumar. Las leucoplaquias en no fumadores tienen un mayor riesgo de transformación maligna, especialmente las idiopáticas.
El VPH, en especial los tipos 16 y 18, se ha identificado en algunas leucoplaquias y cánceres orales, sugiriendo que la transmisión sexual puede ser un factor etiológico. Estos virus inducen displasia epitelial, un cambio microscópico que facilita la progresión hacia el cáncer.
¿Cuál es el significado de la leucoplasia en cuanto a su riesgo de malignización?
Las leucoplaquias orales no siempre evolucionan a cáncer, y si se interrumpe el tabaquismo, pueden desaparecer. Si se transforman en cáncer, se detectarán temprano y se pueden tratar quirúrgicamente. Sin embargo, la leucoplaquia es un marcador de vulnerabilidad genética al daño del tabaco, indicando que tu cuerpo es más susceptible que otros. Si fumas poco o eres joven, el riesgo es aún mayor, ya que tu organismo ha perdido la batalla contra el tabaquismo más rápidamente. El mensaje clave es dejar de fumar para evitar mayores daños y proteger tu salud, tu organismo está mostrando la bandera blanca.
Enfoque terapéutico de la leucoplasia y recomendaciones a seguir.
La escisión quirúrgica conservadora es el tratamiento de elección para las leucoplasias pequeñas, ya que permite una extirpación precisa y controlada de las lesiones. Alternativas como la electrocauterización, criocirugía y ablación por láser también son eficaces, pero presentan el inconveniente de dificultar o impedir el análisis histopatológico, lo que limita la capacidad de evaluar el grado de displasia o identificar posibles focos de cancerización.
Diversos estudios han demostrado que las recidivas son comunes tras la remoción de las lesiones, especialmente si el paciente continúa fumando. En general, si no se observan nuevas lesiones después de dos o tres años, la necesidad de evaluaciones sistemáticas disminuye. Sin embargo, cualquier paciente con leucoplasias residuales debe ser seguido de manera regular a largo plazo, incluso si ha dejado de fumar, para detectar de manera temprana posibles complicaciones o transformaciones malignas.