Golpes sobre los dientes temporales. ¿Qué hacer? Una historia personal.
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Perdida de dientes, |

Foto 7. Pasadas dos semanas el incisivo central derecho empieza a emerger a través del ojal quirúrgico que hemos realizado en la encía. Foto 8. Muestra seis meses después que la erupción de los dientes del sector anterior ha completado la erupción.
La mala noticia sobre el trauma en los dientes temporales.
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Foto 7. Pasadas dos semanas el incisivo central derecho empieza a emerger a través del ojal quirúrgico que hemos realizado en la encía. Foto 8. Muestra seis meses después que la erupción de los dientes del sector anterior ha completado la erupción. |
Aprender a caminar es uno de los momentos más tiernos, hermosos y complejos del desarrollo infantil. Desde el momento en que un niño empieza a ponerse de pie, comienza a enfrentar dificultades y a sufrir diversos tipos de traumatismos, que son el precio a pagar por descubrir el mundo que lo rodea. Uno de los traumatismos más comunes es el de los dientes superiores, ya que sobresalen de 3 a 4 mm de los inferiores. Los dientes inferiores, más protegidos, permanecen detrás de los superiores. Por esta razón, no es raro ver a los niños pequeños con dientes de leche oscuros o ennegrecidos. Se estima que alrededor del 30 % de los niños sufren algún tipo de traumatismo en los incisivos superiores.
Para la etapa de los primeros pasos, los dientes de leche ya están presentes, listos para cautivar a los padres y recibir los primeros golpes en casa, al chocar con los bordes de cunas, cómodas, mesas de café, juguetes, entre otros. Luego, en el colegio, los traumatismos continúan con las mesitas bajitas de las aulas, las riñas con compañeros, los cabezazos, los lápices entre los dientes, etc. Ante todo esto, lo único con lo que cuenta esa frágil criatura es la flexibilidad de los huesos recién formados y menos calcificados, que, como las ramas verdes de los árboles, ceden ante el viento para evitar quebrarse. Sin embargo, el golpe contra un mueble no es comparable con una brisa suave, y la adaptación de la pequeña boca resulta mucho más compleja que la de una rama.
La mayoría de los traumatismos se resuelven con pequeños movimientos en el alvéolo, en lugar de causar fracturas o desplazamientos del diente. Lo habitual es que el diente aumente su movilidad en el alvéolo y, tras unos días, vuelva a fijarse en su posición original. Sin embargo, esto no siempre ocurre, y muchas veces se producen lesiones en el diente o, lo que es peor, en el diente y el hueso. El daño puede ser causado por un golpe directo al diente o por el impacto de la mandíbula contra el maxilar. Por lo general, los traumatismos de baja energía provocan pequeños desplazamientos sin consecuencias clínicas graves. Sin embargo, en los casos de traumatismos más severos, el aflojamiento o desplazamiento es la lesión más común de los dientes de leche. Existen diferentes tipos de luxaciones, con distintos grados de gravedad, entre ellas la luxación intrusiva, donde el diente se desplaza hacia dentro del alvéolo, y en ocasiones parece haber desaparecido. Ante cualquier de estas situaciones, es crucial acudir de inmediato al dentista para una evaluación y tratamiento de urgencia.
Es importante tener en cuenta que los traumatismos se pueden repetir, actuando como un golpe constante que va afectando gradualmente la permanencia de un diente dañado en la boca. Un golpe aislado, por lo general, se tolera bien, pero lo que finalmente conduce a la pérdida del diente suele ser la reiteración de los traumatismos sobre dientes que ya han sufrido algún tipo de lesión. Esto, casi siempre, es la regla.
La creencia de que los dientes de leche son prescindibles porque tienen dientes permanentes que los sustituyen es equivocada. Los dientes temporales son fundamentales para el desarrollo de la función masticatoria, la estética inmediata y la correcta pronunciación de algunos fonemas. Esto nos lleva a preguntarnos cuán importantes son los dientes de leche en las primeras etapas de la vida y en el desarrollo de la personalidad. Aunque no tengo una respuesta definitiva, el sentido común me indica que es esencial cuidar los dientes de leche, sin verlos como elementos reemplazables.
Existen diferencias en el tratamiento de los traumatismos en dientes de leche y en dientes permanentes. Por ejemplo, un diente permanente que ha perdido la vitalidad debido a un trauma requiere necesariamente de un tratamiento de endodoncia o, en los casos más extremos, de reimplante en el alvéolo si ha sido expulsado. En el caso de los dientes temporales, generalmente no se realiza endodoncia. El tratamiento más común es limpiar la cámara pulpar y parte del conducto radicular, y luego colocar un material reabsorbible. Si un diente de leche se desalojó del alvéolo, a diferencia de los permanentes, nunca debe reinsertarse, ya que esto puede dañar el folículo del diente permanente en desarrollo. Si los dientes primarios se pierden prematuramente, el diente permanente puede retrasar su erupción.
¿Qué hacer ante un traumatismo en un diente de leche?
Si la fractura es mínima y solo se ha roto un pequeño fragmento de la corona, generalmente el borde incisal, lo que se debe hacer es suavizar las aristas y pulir las irregularidades del esmalte. Cuando la fractura es restaurable y la edad del niño lo permite, se pueden realizar reconstrucciones con resinas estéticas para restaurar los bordes o las superficies dañadas. Si la fractura afecta a una gran área de la corona, es importante tener en cuenta que, si la pulpa ha sufrido daño, los procedimientos restaurativos podrían complicar más la situación en lugar de solucionarla.
Generalmente, dos o tres semanas después de un traumatismo, el diente se oscurece. Sin embargo, esto no siempre es proporcional a la magnitud del golpe, ni tampoco es un indicativo exacto de la gravedad de la lesión. Semanas después del trauma, es posible observar signos de recuperación, sin que aparezcan más complicaciones.
Los dientes de leche tienen un amplio foramen apical, por donde ingresan los vasos sanguíneos. Estos vasos no siempre se rompen por completo cuando la raíz se mueve durante el traumatismo, lo que permite la recuperación en muchos casos. El oscurecimiento del diente indica que el suministro sanguíneo a la pulpa dental está afectado y que han ocurrido microhemorragias dentro de la cámara pulpar. Cuando los vasos sanguíneos se rompen, liberan hemoglobina, lo que provoca los cambios de color. No necesariamente esto significa que la pulpa haya muerto, a diferencia de los dientes permanentes, donde el cambio de color siempre indica necrosis pulpar y la necesidad de una endodoncia.
Si se presentan episodios sépticos con inflamación y dolor, el diente debe ser extraído, tanto para evitar infecciones recurrentes como para preservar la salud del folículo del diente permanente que está debajo del diente temporal. Cuando no ocurren nuevos traumatismos, los dientes de leche suelen recuperarse después de varias semanas, regresando a su color original. Se forma una especie de cicatriz en el interior del diente. Si esto ocurre, significa que el diente va bien. Sin embargo, a veces el diente permanece oscuro. ¿Qué hacer? Si el diente se ha oscurecido pero no presenta otros signos de infección o lesión, solo se debe realizar observación. A menudo, el diente se reemplaza sin necesidad de extracción.
En algunos casos, el diente puede desarrollar abscesos recurrentes debido a la gangrena de la pulpa muerta. Las células defensivas inflamatorias no pueden acceder a una pulpa sin vasos sanguíneos. En estos casos, la extracción es necesaria, ya que los episodios de infección aguda pueden generar el riesgo de embolias sépticas, que podrían alojar bacterias en las válvulas cardíacas o dañar el diente permanente que está debajo del diente de leche.
Ya he comunicado la mala noticia, ahora es el turno de la buena.
Este procedimiento se realiza porque, al perderse el diente temporal y cicatrizar la encía, se forma una capa de tejido fibroso que dificulta la salida del diente permanente. La operculectomía elimina este tejido, permitiendo que el diente encuentre su camino hacia el arco dental. En mi experiencia, una incisión mínima suele ser suficiente para estimular la erupción, sin necesidad de realizar un "ojal" completo. Una vez que las bacterias de la flora bucal entran en contacto con el diente, los mecanismos de erupción se activan, y en tres o cuatro semanas el diente comienza a asomar. Esto devuelve la tranquilidad a los familiares, aunque los niños, como siempre, siguen sonriendo sin preocuparse por la falta de dientes.
LA HISTORIA DE YASMINA
Dejo a mi hija en el colegio con toda la emoción de empezar segundo de preescolar. Todo reluciente, incluso sus dientes. A la hora de recogerla, Yasmina aparece con el labio inflamado y me cuenta que se golpeó con una mesita. Como cualquier padre, miro con preocupación su labio hinchado, pero de pronto recuerdo que en la boca también están los dientes. En ese momento, no sé si actuar como padre o como dentista. La siento en la acera y le reviso la boca: los incisivos centrales tienen algo de movilidad, pero no hay más daños. Decido ser discreto, cuidando tanto sus dientes como su psicología. Nada que pueda generar miedos o temores en el colegio.
Tres semanas después, los dientes están más firmes, pero comienza a aparecer un color grisáceo. Cuatro meses más tarde, casi han recuperado su tono normal. ¡Qué alivio!
Queda poco para terminar el semestre, y disfruto viendo la salida de los niños del colegio. Me encantan esas caritas sonrientes que saludan con entusiasmo cuando los van a recoger. Sin embargo, la portera se acerca con un tono de voz que no me gusta: "La señorita de Yasmina quiere hablar contigo". Por experiencia, sé que este mensaje suele ser premonitorio de algo malo (tengo tres hijas, y los varones nunca me han dado problemas). Al entrar al aula, veo a Yasmina sentada en su mesita, con los ojos llorosos.
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Se observa el incisivo inclinado y grisáceo. |
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Incisivo parcialmente erupcionado. |
En la foto (a los siete años) se puede ver la erupción del incisivo, seis semanas después de realizar la ventana quirúrgica en la encía.
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Aspecto actual de los dientes de Yas. |