Glosodinia o Lengua Ardiente: Qué es, Cómo se Diagnostica y Trata"

Glosodinia o lengua ardiente ¿Qué es, como se manifiestay cuales son las opciones de tratamientos. 

<img expr:src='data:post.thumbnailUrl.replace("s72-c", "s1600")'      style='width:100%; height:auto;'      loading='lazy'      expr:alt='data:post.title + " - Mujer mostrando su lengua sana, pero con sensación de ardor"' />
Lengua aparentemente sana 
pero con senación de aldor.

Entra a la consulta una mujer de unos sesenta años, cuidadosamente maquillada, con el cabello teñido, moldeado y perfectamente arreglado, claramente ansiosa y visiblemente preocupada. Sin mediar más palabras, exclama: "¡Desde hace más de un año padezco un horrible malestar en mi boca, y creo que tengo cáncer! Mi lengua me arde, la siento completamente quemada. He consultado a varios médicos y todos me dicen que está sana, pero el ardor es insoportable."

En el párrafo anterior se encuentran los detalles clave que deben guiar al diagnóstico de la glosodinia: una sensación de fuego en la lengua, que no deja rastros visibles, cuya causa es incierta y cuya solución es compleja y difícil.

Glosodinia, ardor en la boca, glosalgia, glosopirosis, orodinia, quemazón lingual, estomatodinia, estomatopirosis, disestesia oral.

Imagina vivir con un dolor constante y sin diagnóstico, que interfiere con la alimentación, empeora con el tiempo y no tiene tratamiento efectivo. Esto es lo que experimentan los pacientes con el síndrome de boca ardiente (SBA).

Las áreas más afectadas incluyen la lengua, el labio inferior, el paladar, las encías y la faringe. El dolor, que suele ser bilateral y simétrico, varía en intensidad desde leve irritación hasta un dolor intenso. Los pacientes describen el dolor como "ardor" o "quemazón". Además, muchos experimentan alteraciones en el gusto, como un sabor metálico, y los alimentos ácidos agravan el ardor.

<img src="Imagen_lengua_sana.jpg"       width="300"       height="240"       border="0"       alt="Lengua sana con ardor y glosodinia.">
Lengua "normal" con ardor
El dolor puede afectar solo la lengua o toda la mucosa oral. Es fundamental determinar si es una condición primaria (sin causa conocida) o secundaria a otros trastornos. La inclusión de la glosodinia en la Clasificación Internacional de Enfermedades confirma su relevancia como enfermedad. En la forma primaria, el síntoma principal es la sensación de ardor, picor o quemazón, que empeora a lo largo del día.

La desagradable sensación de dolor, principalmente en la punta o los bordes de la lengua, es el único hallazgo clínico, ya que no se observan alteraciones físicas visibles en ninguna parte de la lengua. Es importante destacar que estos síntomas no son simulados ni intencionados. En el diagnóstico diferencial, es fundamental excluir trastornos psiquiátricos facticios, en los que los síntomas son generados de manera deliberada.

La lengua duele, y esa es la realidad clínica del paciente. Se estima que la incidencia de este trastorno en la población general varía entre el 2,5% y el 5%.

<img src="lengua_de_aspecto_normal_con_glosodinia.jpg"       width="300"       height="240"       border="0"       alt="Lengua de aspecto normal con síntomas de glosodinia.">
¿Normal? ¡ Pero con glosodinia!

Diversas investigaciones indican que las mujeres son más afectadas por este trastorno en una proporción de 7:1 (7), especialmente en las etapas peri y posmenopáusicas. Además, se observa que la mayor prevalencia ocurre entre los 50 y 60 años, siendo muy raro en personas menores de 30 años. Sin embargo, el autor ha observado algunos casos en individuos menores de 30. De hecho, el caso que se presenta en las fotos corresponde a una mujer de 28 años. Las imágenes muestran dos casos de lenguas aparentemente "normales", en los cuales las pacientes han reportado un intenso ardor lingual que persiste desde hace varios meses.

Su causa no está claramente definida, pero se considera que es el resultado de una compleja interacción entre factores biológicos y psicológicos. En algunos pacientes, los síntomas reflejan enfermedades psiquiátricas, ya que su aparición o empeoramiento a menudo se asocia con conflictos emocionales u otros desencadenantes afectivos. En ciertos casos, el dolor está vinculado a trastornos psicóticos o somatomorfos, y muchos pacientes mejoran al tratar la enfermedad psiquiátrica concomitante o responden favorablemente a la medicación antipsicótica.

Se han propuesto tres teorías: 1) La interacción anormal entre el nervio lingual y la cuerda timpánica, una rama del nervio facial, que envía los mensajes de sabor al cerebro. El nervio lingual, que proviene del nervio trigémino, es responsable de la inervación sensitiva de la lengua. 2) El daño neurológico de las fibras nerviosas pequeñas de la lengua. 3) El aumento de los receptores de calor y capsaicina (sabores picantes). La explicación detallada de estas teorías está fuera del alcance de este tema. (8).

Dado que la causa exacta sigue siendo desconocida, no existe un tratamiento etiológico, y por lo tanto no hay terapias eficaces para todos los pacientes. Los tratamientos actuales son empíricos e individuales, con resultados que varían según el caso. La amplia variedad de tratamientos descritos refleja la frustración de los médicos ante la falta de una solución definitiva. Mientras tanto, sigue la búsqueda de una solución eficaz. Más adelante comentaremos algunos de los tratamientos que se han reportado con éxito.

Consideraciones fundamentales para realizar el diagnóstico de glosodinia o síndrome de boca ardiente.

La historia clínica debe incluir una revisión detallada de todas las enfermedades y medicamentos en uso. La anamnesis del dolor debe enfocarse en su inicio, duración, localización anatómica, relación con ciertos alimentos o actividades, y su impacto en las actividades diarias, como el trabajo, el sueño y la alimentación. Es fundamental identificar parafunciones, como el apretamiento dental o la protrusión lingual (empujar la lengua contra los dientes). Además, se debe prestar especial atención al estado psicológico del paciente, evaluando factores como ansiedad, depresión y cancerofobia.

En la mayoría de los estudios sobre glosodinia o síndrome de ardor lingual, se aborda el tratamiento de factores irritativos locales, con resultados terapéuticos que varían. Es importante destacar que la sensación de ardor en la lengua o la boca puede estar asociada a diversas afecciones que afectan la mucosa oral. En estos casos, no se debe aplicar el diagnóstico de glosodinia de manera estricta.

En otras palabras, no se puede diagnosticar glosodinia cuando el ardor lingual es un síntoma de condiciones como candidiasis, xerostomía, diabetes, prótesis dentales mal ajustadas, radioterapia, quimioterapia, anemias, alcoholismo, tabaquismo, enfermedades autoinmunes, alergias alimentarias, deficiencias vitamínicas, insuficiencia renal, eritema, liquen plano, lengua geográfica, trastornos del aparato masticatorio, bruxismo, neuralgias, entre otras. (8).


<img src="w732-h158/Imagenes_de_afecciones_dolorosas_linguales.jpg"       alt="Imágenes de afecciones linguales dolorosas: inflamaciones, úlceras y alteraciones mucosas.">

1. Lengua de una anemia 2. Lengua con úlcera tuberculosa 3. Lengua de moniliasis aguda. 4. Lengua por mala higiene.

Las cuatro fotos muestran diferentes afecciones linguales que causan dolor: la primera corresponde a un paciente con anemia severa secundaria a cáncer de colon; la segunda muestra una úlcera tuberculosa en un paciente desnutrido, con pérdida de la superficie papilar de la lengua; la tercera es una candidiasis pseudomembranosa aguda, y la última muestra una lengua con una costra amarillenta debido a mala higiene.

Me llama la atención que en algunos portales médicos se ofrecen tratamientos para la “glosodinia” sobre la base del control de las afecciones mencionadas. No discuto que el síntoma ardor lingual mejora con el tratamiento de la afección específica, lo que es formidable, pues controlando la afección se atenúa el ardor lingual, pero el concepto de glosodinia no es aplicable si se identifican o detectan alteraciones clínicas.

Para poder aplicar el criterio de glosodinia tiene que producirse el ardor en una lengua “sana” sin variaciones anatómicas patológicas. Así de simple es este complejo y enigmático diagnóstico. Mis felicitaciones, no podría ser de otra manera para esos colegas que informan en sus Web que curan la glosodinia tratando las afecciones orales concurrentes a fin de cuentas, el dolor es dolor, como sea, aunque no sea por glosodinia.

A propósito del tratamiento de la glosodinia. (Opus magnum).

Una de las terapias más recomendadas es el clonazepam. (11-13) Se ha observado mejoría en muchos pacientes al colocar 1 comprimido de 1 mg en las áreas dolorosas, dejándolo sin tragar durante 3 minutos, tres veces al día, y luego expulsarlo. El fármaco bloquearía los mecanismos periféricos del dolor. En mi experiencia, ha mejorado a algunos pacientes, mientras que en otros no ha tenido efecto. Mukics y colaboradores informaron buenos resultados con enjuagues de solución de benzidamina, observando una mejora en las sensaciones de dolor y ardor.

También se utilizan medicamentos ansiolíticos como la amitriptilina (75-150 mg diarios) y la doxepina (75-150 mg diarios), los cuales son antidepresivos comúnmente recetados, aunque tienen el inconveniente de reducir la salivación, lo que puede causar sequedad bucal e intensificar el malestar oral. (9) Otros estudios reportan resultados positivos con pimozida (1-2 mg diarios), combinada con fluoxetina (10 mg diarios) o antidepresivos tricíclicos como la amitriptilina (25-50 mg diarios). También se han utilizado antipsicóticos como la olanzapina (20 mg diarios) y anticonvulsivos como el gabapentino (100 mg diarios). Además, la hipnosis dirigida a reducir la ansiedad ha mostrado algunos resultados positivos (14).


Referencias bibliográficas de la glosodinia y el síndrome de boca ardiente.

  1. Al Quran FA. Psychological profile in burning mouth syndrome.Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod. 2004 Mar;97(3):339–344.
  2. Carlson CR, Miller CS, Reid KI. Psychosocial profiles of patients with burning mouth syndrome. J Orofac Pain. 2000 Winter;14(1):59–64.
  3. Gick C. y col: Treatment of glossodynia with Olanzapine.J Am Acad Dermatol. 2004; 51
  4. WHO. Classifications. International Classification of Diseases (ICD). Consultado el 29/06/2014.
  5. Glenn T. Clark, Raymond A. Dionne. Orofacial pain : a guide to medications and management.This edition first published 2012 © 2012 by John Wiley & Sons, Inc.
  6. Gaitonde P. y col : Burning mouth syndrome and vulvodynia coexisting in the same patient: a case report. Dent Update. 2002; 29 (2):75
  7. Suárez P, Clark GT, Burning mouth syndrome: an update on diagnosis and treatment methods. J Calif Dent Assoc, 2006 Aug; 34(8):611–122.
  8. Eliav E, Kamran B, Schaham R, Czerninski R, Gracely RH, Benoliel R. Evidence of chorda tympani dysfunction in patients with burning mouth syndrome. J Am Dent Assoc.2007 May;138(5):628–633.
  9. Rojo L, Silvestre FJ, Bagan JV, De Vicente T. Psychiatric morbidity in burning mouth syndrome. Psychiatric interview versus depression and anxiety scales. Oral Surg Oral Med Oral Pathol. 1993 Mar;75(3):308–311.
  10. Gremeau - Richard C. y col.: Topical clonazepam in stomatodynia: a randomised placebo controlled study. Pain. 2004;108 (1-2):51
  11. Huang V. y col.: The burning mouth syndrome. J Am Acad Dermatol.1996; 34:91
  12. Mukics A. y col.: The effectiveness of a Benzydamine rinse in the management of stomato-glossopyrosis.Fogory Sz.2005; 98 (1):15
  13. Scheinfeld N. : The role of gabapentin in treating diseases with cutaneous manifestations and pain.Int J Dermatol. 2003; 42 (6):491
  14. Shenefelt P. : Biofegdback, cognitive behavioral methods, and hypnosis in dermatology: is it all in your mind? Dermatol Ther. 2003;16 (2):1