¡Desmontando el mito! Las muelas del juicio NO mueven los dientes.

 Muelas de juicio y movimiento de los dientes. Aclara tus dudas y conoce los mitos que rodean este tema.


<img expr:src='data:post.thumbnailUrl.replace("s72-c", "s1600")'      style='width:100%; height:auto;'      loading='lazy'      expr:alt='data:post.title + " - Tercer molar retenido"' />
Tercer molar retenido.
No está demostrado que la "presión posterior" que ejercen los terceros molares al erupcionar cause el desplazamiento de los dientes anteriores. En el ámbito jurídico, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Entonces, ¿por qué algunos dentistas continúan difundiendo la leyenda urbana de que las muelas del juicio no caben en la arcada y, al intentar salir, provocan el apiñamiento de los dientes anteriores? Las condenan sin pruebas sólidas y, lo que es aún más alarmante, no aplican el principio de proporcionalidad entre el supuesto "delito" y la "pena". Simplemente las dictan a la extracción sin más, condenándolas al olvido. Estos dentistas actúan como jueces implacables, similares a Tomás de Torquemada, el gran inquisidor, que no necesitaba pruebas para mandar a la hoguera a los "herejes". El único "delito" de las muelas del juicio: ser los últimos molares en erupcionar.

Perspectiva histórica de los terceros molares.

Los terceros molares, viene del latín molaris tertius o dens serotinus, son conocidos popularmente como muelas del juicio o de la sabiduría. En algunos países también les llaman cordales, en Corea les denominan sa-ramg-nee (사랑의 이빨), por si no sabes coreano, te comento que eso quiere decir dientes del amor, en alusión a que emergen junto con las emociones de los primeros amores.

A lo largo de la historia, los terceros molares han sido un tema de debate médico y cultural. Su aparición, generalmente en la adolescencia o adultez temprana, se considera un vestigio evolutivo. En tiempos antiguos, su desarrollo era necesario debido a la dieta cruda y fibrosa de nuestros antepasados, que requería más capacidad masticatoria. Sin embargo, con el tiempo, su función ha disminuido debido a cambios en la dieta y las herramientas de cocina.

Con el avance de las civilizaciones, la extracción de estos dientes se consideró una práctica común, especialmente cuando se pensaba que causaban problemas dentales o infecciones. Aunque la extracción de los terceros molares se consolidó como una práctica preventiva, hoy en día se cuestiona su necesidad, ya que no siempre provocan problemas y su extracción puede acarrear riesgos innecesarios.

<img src="tercer-molar-empujando-dientes.gif"       width="400"       height="265"       border="0"       alt="Tercer molar supuestamente causando apiñamiento.">
"Los terceros molares no son tractores capaces
de empujar los dientes".
Son las últimas piezas en salir, y lo hacen generalmente entre los 15 y los 20 años, por lo que erupcionan más tarde e incluso pueden estar ausentes por falta de formación del germen dental (agenesia). Esta ausencia se estima alrededor del 10 % aunque en algunos países se han informado hasta el 50 %. 

Se cree que los problemas asociados a su evolución se deben a que la especie humana presenta una disminución en el tamaño de las arcadas dentales por causa de diversos factores, especialmente al cambio de la dieta, planteándose que existe una reducción progresiva a lo largo de la filogenia humana del número, volumen y forma de los dientes a consecuencia de una dieta más fácil de triturar, en fin que la alimentación actual resta utilidad a las muelas del juicio, y por ello tienden a desaparecer.

El código oculto en la evolución dental: un modelo predictivo para homínidos: El paleontólogo Alistair Evans (Universidad de Monash, Australia) ha revolucionado nuestro entendimiento sobre la evolución dental con un innovador modelo predictivo publicado en Nature (530:477-480, 2026). Su investigación demuestra que las modificaciones en la dentición de los homínidos siguen patrones predecibles gobernados por un gradiente morfogenético – un principio biomecánico que vincula el desarrollo dental con fuerzas evolutivas que sin duda explica los problemas relacionados con la erupcion dental y de las muelas del jucio en particular.

Causas de movimiento dental y apiñamiento anterior.

El apiñamiento anterior de los dientes mandibulares es una consulta común en odontología, y algunos estudios sugieren que afecta aproximadamente al 50 % de la población general.

<img src="apiñamiento-dental-moderado.jpg"       width="638"       height="344"       border="0"       alt="Apiñamiento dental posiblemente por terceros molares sin espacio.">
Apiñamiento dental anterior con agenesia de las
muelas del juicio.
Los pacientes suelen acudir a consulta al notar el apiñamiento o hacinamiento de los incisivos inferiores. En muchos casos, la causa se atribuye rápidamente a la falta de espacio para los terceros molares, que, según se cree, empujan los dientes anteriores.

Sin embargo, esta afirmación, aunque común, carece de respaldo en investigaciones prospectivas metodológicamente válidas y se ha convertido en un recurso simplista para explicar  el movimiento dental. En muchos casos, la solución recomendada es la extracción de los terceros molares para evitar futuros problemas, perpetuando así esta leyenda urbana en la práctica odontológica.

Las causas de los movimientos dentales que provocan el apiñamiento de los incisivos mandibulares es objeto de controversia en el entorno académico desde hace más de un siglo. El paciente de la foto presentó apiñamiento dental anterior con ausencia congénita de las muelas del juicio (agenesia).

Muchos dentistas todavía creen que los terceros molares en erupción son capaces de empujar los dientes anteriores causando apiñamiento anterior. Sin embargo, no ha sido probada una relación directa causa-efecto entre los terceros molares inferiores y el apiñamiento incisivo inferior como el que se muestra en la foto.

Los estudios longitudinales metodológicamente confiables no han establecido una relación entre el tercer molar y el apiñamiento dentario mandibular. (Ver listado bibliográfico).

Resumen de las causas de apiñamiento dental.

El apiñamiento dental es el resultado de la interacción de varios factores, entre los más importantes se citan los siguientes:

  1. La disminución del espacio en el arco dental después de la erupción del segundo molar y, consecuentemente, la reducción de la distancia entre los caninos.
  2. El componente anterior de la fuerza oclusal sobre los dientes mesialmente inclinados.
  3. El vector mesial debido a la contracción de los músculos masticadores.
  4. La angulación bucal y lingual de los primeros molares inferiores.
  5. La disminución de la distancia entre los caninos no compensada por el crecimiento óseo.
  6. El desequilibrio entre la presión de los labios y mejillas, no equilibrado por el empuje de la lengua.
  7. La maduración de los tejidos blandos con la edad.
  8. La discrepancia entre el crecimiento longitudinal de la mandíbula y los maxilares.
  9. Cambios en el tejido conectivo y deficiencias en la calidad del soporte óseo, como ocurre en la enfermedad periodontal.
  10. La disminución de los desgastes interproximales, que contribuye al acomodo dental, sin que la dieta actual compense la reducción evolutiva del arco dental. 
  11. También existe evidencia sobre algunos factores relacionados con parafunciones orales, como la succión de los labios, la respiración bucal y el bruxismo.

Y, por supuesto, la presencia y erupción de los terceros molares también desempeñan un papel en este proceso. Hay bastante acuerdo que el apiñamiento dental anterior en sí mismo, es simplemente una manifestación de los cambios morfo funcionales asociados a la evolución humana de los maxilares y la mandíbula, donde la falta de espacio posterior de los terceros molares es una variable más dentro de las  interacciones e influencias recíprocas del conjunto de las causas antes enumeradas y posiblemente de otras que desconocemos. 

¿Son útiles las muelas del juicio?

Cuando las muelas del juicio erupcionan y entran en contacto oclusal con los molares antagonistas son un elemento más que participa en la masticación aumentando la calidad y eficiencia de la misma.

En muchas personas que pierden un molar la muela del juicio puede desplazarse y ocupar su lugar manteniendo la mordida, lo que contribuye a estabilizar los contactos dentales y ayuda a las piezas vecinas a no inclinarse hacia el espacio del diente perdido.

También puede ser útil cuando hemos perdido un molar y la muela del juicio no se mueve de su lugar dejando un espacio vacío entre ella y la otra pieza dental, en este caso, puede emplearse la muela del juicio como pilar de un puente fijo o anclaje de un dispositivo ortodóncico.

¿Cuándo es recomendable realizar la extracción profiláctica de las muelas del juicio?

La extracción profiláctica de las muelas del juicio, es decir, la intervención para prevenir posibles problemas futuros, se recomienda en ciertos casos específicos. Aunque no todas las personas requieren este procedimiento, algunos factores aumentan la probabilidad de que su extracción sea beneficiosa. Entre ellos se encuentran la presencia de un espacio insuficiente en la arcada dental, la erupción incompleta de las muelas del juicio, el riesgo de infecciones recurrentes o problemas de encías, así como la posibilidad de que estas piezas dentales afecten a los dientes adyacentes o causen apiñamiento dental.

Además, los dentistas pueden recomendar su extracción cuando se observan señales de infecciones en la zona de erupción, quistes o tumores relacionados con los terceros molares. En general, la decisión de realizar una extracción profiláctica depende de la evaluación clínica individualizada, teniendo en cuenta la edad, el estado de salud bucal, el desarrollo de los terceros molares y la posible aparición de complicaciones a largo plazo

¿En qué situaciones es necesario extraer las muelas del juicio?


No todas las muelas del juicio tienen que ser extraídas. Es frecuente encontrar personas que tienen uno, o incluso los cuatro molares, que viven toda su vida sin experimentar problemas,  por lo que está claro que los terceros molares asintomáticos no hay que extraerlos. Por supuesto se deben eliminar los dientes problemáticos. Sin embargo, en qué casos deben extraerse, es aquí donde la experiencia y el juicio de su dentista entran en juego.

<img src="molar-retenido-afectando-raiz-del-molar-adyacente.jpg"       width="773"       height="552"       border="0"       alt="Molar retenido afectando la raíz del adyacente.">
Tercer molar dañando la raíz del segundo molar. 
Contribución de mi hija Patricia a esta web.
El problema más frecuentemente asociado a la emergencia en la boca y retención parcial de los terceros molares son las infecciones conocidas como pericoronaritis al producirse la infección de la mucosa adyacente. 

Uno de los factores primordiales a tener en cuenta para decidir la extracción de un molar retenido es su capacidad de dañar al molar adyacente destruyendo el hueso contiguo o reabsorbiendo parte de su raíz. Otro aspecto a tener en cuenta, aunque estadísticamente baja, es la capacidad de los dientes retenidos de desarrollar quistes o tumores ontogénicos
La foto es del molar de mi hija Patricia, menuda tareíta fue extraerlo, según me contaron, pues no me toco a mí, sino a su marido que es cirujano maxilofacial.
<img src="quiste-dentígero-pequeño.jpg"       width="560"       height="373"       border="0"       alt="Pequeño quiste dentígero alrededor de la muela del juicio.">
Quiste alredorde la corona del tercer molar.

Un factor clave a considerar al decidir la extracción de un molar retenido es la edad del paciente. Generalmente, los pacientes más jóvenes suelen experimentar menos complicaciones durante la cirugía en comparación con los adultos mayores de 35 años.

Otro aspecto importante es la posibilidad de desarrollar quistes y tumores odontogénicos en la cápsula blanda que rodea los dientes retenidos, conocida como saco dental. Esta condición puede generar complicaciones adicionales, lo que refuerza la necesidad de una evaluación cuidadosa antes de tomar la decisión de extraer las muelas del juicio.

Patologías tumorales asociadas a los dientes retenidos.


En el cuadro presentamos un resumen de la prevalencia de cambios tumorales que se reportan en los estudios de la patología asociados a la activación o transformación tumoral de asociada a los dientes retenidos.

<img src="resumen-estadistico-peligrosidad-de-los-dientes-retenidos.jpg" width="319" height="212" border="0" alt="Resumen estadístico sobre la peligrosidad de los dientes retenidos, destacando el impacto de las muelas del juicio en el solapamiento dental por falta de espacio." />
RESUMEN DE LA PELIGROSIDD POTENCIAL
DE LOS DIENTES RETENIDOS.
En relación con la peligrosidad potencial del saco dental de los dientes retenidos de generar quistes y tumores odontogénicos comento con nostalgia  los hallazgos de mi tesis doctoral, en la que comprobamos, en 500 muestras de sacos pericoronarios, a cada una de las cuales hicimos un estudio microscópico seriado que la población de las células epiteliales que dan origen a estas formaciones disminuye proporcionalmente con la edad desapareciendo prácticamente después de los 40 años.

En base a ello hemos propuesto que no hay fundamentos biológicos, ni estadísticos de la prevalencia de los tumores odontogénicos por encima de los 40 años, que justifiquen la laboriosa, difícil y no carente de complicaciones extracción de molares retenidos por razones de profilaxis tumoral.

¿Qué medidas deben tomarse ante un molar retenido o impactado?

Aunque los términos "retenido" e "impactado" a menudo se utilizan de manera intercambiable, algunos especialistas realizan distinciones clínicas específicas:
  • Pieza retenida: Cuando el molar no perfora el hueso, lo que detiene su erupción, pero no existe una barrera dental ni una posición anómala que impida su salida.

  • Pieza impactada: En este caso, la erupción del molar se ve bloqueada por una barrera física o por una posición anómala del diente.

  • Pieza incluida: El diente está completamente cubierto por hueso, con el saco folicular íntegro, después de haber superado su fecha de erupción.

Con el tiempo, el estado de un molar retenido o impactado puede cambiar, desarrollando patologías como quistes, tumores o caries, o incluso desplazándose y erupcionando. La recomendación es realizar un seguimiento periódico de su evolución mediante exámenes radiográficos cada 12 a 24 meses. Diversos organismos y asociaciones internacionales han evaluado la necesidad de la extracción profiláctica de los terceros molares asintomáticos, y la mayoría concluye que no está indicada, a menos que el diente esté asociado a alguna condición patológica. Entre estos organismos se encuentran la Asociación Americana de Salud Pública (2008), el Instituto Nacional Británico para la Excelencia Clínica (2000), el Centro Belga del Conocimiento de Cuidados Médicos (2012), la Pauta Clínica Nacional Escocesa (1999) y el Centro Regional de Evaluación de Tecnologías de la Salud de Suecia (2011).


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