Frenillos Labiales Mal Insertados: Consecuencias, Diagnóstico y Solución.

Frenillos bucales: ¿Cuál es su importancia clínica, cómo se diagnostican y cuándo es necesario tratarlos?

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Piercing que daña el frenillo y la  encía.

Los frenillos labiales mal posicionados son más comunes de lo que se cree. Sin embargo, muchos pacientes se sorprenden cuando el periodoncista les indica que su frenillo está mal colocado y debe ser retirado quirúrgicamente, ya que está afectando la salud gingival y periodontal.

Cuando están bien posicionados, los frenillos labiales no suelen causar problemas, siendo una parte normal de la anatomía oral. Sin embargo, pueden generar complicaciones cuando son muy gruesos o se insertan a nivel de la encía adherida cerca de la papila interdental.

Un ejemplo claro de complicación es el caso que mostramos (foto superior izquierda), donde un piercing atravesó el frenillo, no solo dañándolo, sino también provocando una periodontitis localizada y varios abscesos periódicos en una paciente joven. Fue necesario retirar el piercing y realizar una remodelación quirúrgica de la zona gingival afectada.

¿Qué son los frenillos bucales o labiales?

Los frenillos labiales son bandas de tejido conectivo, a veces con pequeñas fibras musculares, cubiertas por la mucosa de la boca. Se extienden desde la encía hacia los labios, las mejillas y, en menor medida, hacia la parte inferior de la lengua. Su forma y ubicación pueden influir en el habla, la mordida y otras funciones orales. En algunos casos, es necesario que un profesional los evalúe para determinar si se requiere una cirugía para corregirlos.

¿Cuántos tipos de frenillos existen y cuáles son sus características?

Se identifican tres tipos de frenillos: el frenillo lingual, que se encuentra bajo la lengua; el frenillo labial superior, ubicado en la zona entre el labio superior y la encía; y el frenillo labial inferior, situado entre el labio inferior y la encía. Cada uno cumple una función específica en la anatomía oral y puede presentar variaciones en su forma, tamaño y posición.

<img src="Frenillo-lingual-corto.jpg"       width="200"       height="150"       border="0"       alt="Frenillo lingual corto que dificulta el habla.">
Frenillo lingual corto que produce problemas de 
dicción de algunas consonantes labio-linguales
.

En la foto de la izquierda, se observa un caso característico de frenillo lingual corto. Esta condición suele generar preocupación entre los familiares de los niños, ya que limita la movilidad de la lengua y, como consecuencia, puede afectar la pronunciación de ciertos fonemas, dificultando el habla.

Para determinar si es necesario un tratamiento, se realiza una prueba sencilla: se pide al paciente que, con la boca abierta, intente tocar la cara palatina de los incisivos superiores con la punta de la lengua. Si no logra hacerlo, se considera que el frenillo lingual es restrictivo y se recomienda su corrección quirúrgica para restablecer la funcionalidad y movilidad adecuada de la lengua.
<img src="Imágenes-frenillo-labial-superior.jpg"       width="400"       height="150"       border="0"       alt="Frenillos labiales superiores separando los dientes y provocando diastemas incisivos.">
Foto izq. Diastema interincisivo Aumento del espacio)  y frenillo mal nsertado.
Foto der. Frenillo bajo en niño normal.








Cuando el frenillo labial superior es demasiado grueso o corto y se inserta cerca de los incisivos, puede interferir con la unión entre los dientes y causar una separación anormal entre los incisivos superiores, conocida como diastema. Esto, en algunos casos, puede dificultar el control de los sonidos y generar un silbido debido al paso del aire por el espacio.

En el caso clínico mostrado, el frenillo grueso contribuyó al desarrollo de una periodontitis, lo que provocó la pérdida del incisivo. En la foto derecha, se observa un frenillo grueso y corto, aparentemente mal insertado, lo cual es común en la dentición temporal. En estos casos, generalmente no se requiere tratamiento, ya que con el desarrollo del macizo facial, el diastema se cierra espontáneamente.

El diastema superior es frecuente en el 98% de los niños de entre 6 y 7 años, y con el tiempo, la situación cambia, reduciéndose al 7% a los 18 años. Por lo tanto, no hay que alarmarse, ya que el diagnóstico definitivo debe esperarse, aunque en algunos casos, por razones ortodóncicas, puede ser necesario retirarlo antes.

Desde un punto de vista fisiológico, cuando los caninos permanentes erupcionan entre los 9 y 12 años, la presión de erupción ayuda a cerrar el diastema. Es importante evaluar con cautela la presencia del diastema debido a un frenillo bajo antes de los 11-13 años, cuando la presión de erupción de los caninos ha terminado y la relación causa-efecto se vuelve clara. Así, para evaluar la necesidad de la remoción quirúrgica del frenillo labial superior, lo ideal es esperar la erupción de los caninos permanentes. Este es el momento adecuado para realizar frenectomías, ya que la presión lateral de los caninos puede mover los dientes y cerrar el espacio entre los incisivos.

Frenillos labiales inferiores: ¿Cómo se diagnostican los frenillos mal insertados.

El frenillo labial inferior mal posicionado puede generar retracción gingival y lesiones periodontales, ya que ejerce una tracción constante sobrica que requiere atención y tratamiento.

Estos criterios son los siguientes: 1) proximidad excesiva al margen gingival interdental, 2) anchura anormalmente amplia en la encía adherida, y 3) isquemia de los tejidos interdentales o palatinos al ejercer tracción sobre el labio.

En 1994, Koerner y colaboradores establecieron estos criterios clínicos para identificar la presencia de un frenillo patológico durante el examen intraoral, facilitando así el diagnóstico y la planificación del tratamiento adecuado.

<img src="Frenillo-labial-que-muestra-isquemia-al-traccionar.jpg"       width="200"       height="137"       border="0"       alt="Frenillo labial corto con isquemia al traccionarlo.">
Maniobra de Koerner: Observe el área isquémica
blanquecina apuntada por las flechas.
En la foto se observa la maniobra de Koerner: al traccionar el labio hacia afuera, se aprecia claramente la presión que ejerce el frenillo sobre la encía, lo que provoca un blanqueamiento o palidez en la zona debajo del incisivo. A pesar de la corta edad de la paciente, ya es evidente la recesión gingival en ambos incisivos centrales, lo que resalta la importancia de una detección y tratamiento temprano.

Para solucionar el problema, se retiró el frenillo mediante una cirugía sencilla y mínimamente invasiva, lo que detuvo la progresión de la recesión gingival y el daño óseo. Sin embargo, la deformación anatómica causada por la pérdida del hueso vestibular, visible en las imágenes siguientes, persiste como secuela de la destrucción previa. Este caso resalta la importancia de un diagnóstico y tratamiento temprano para evitar complicaciones mayores.

¿Qué daños pueden causar los frenillos labiales inferiores mal posicionados?

Los frenillos labiales inferiores mal posicionados no suelen causar diastemas en la línea media, pero están invariablemente asociados a enfermedad periodontal. La presencia de una banda de tejido hipertrófico contribuye a aumentar la profundidad del espacio entre la raíz del diente y la encía, desplazando los tejidos marginales y reduciendo la cantidad de encía adherida. Esta falta de encía adherida se convierte en un problema clínicamente significativo, ya que puede provocar la recesión del margen gingival, comprometiendo la salud periodontal.

En condiciones normales, los frenillos labiales terminan cerca de la línea mucogingival; sin embargo, cuando su inserción se sitúa a nivel de la cresta del reborde alveolar y ejerce tracción sobre el epitelio del surco, pueden generar efectos adversos en el periodonto. Esta condición se considera patológica y requiere intervención para prevenir daños mayores en los tejidos bucales.
<img src="4-Fotos-frenillos-labiales-altos.jpg"       width="394"       height="266"       border="0"       alt="Fotos de frenillos labiales cortos afectando la encía.">
Frenillos cortos que producen destrucción ósea y daño periodontal

Las cuatro imágenes corresponden a casos de frenillos labiales inferiores cortos que han causado daño periodontal en diversos grados. En ellas se aprecia el proceso gradual de pérdida de inserción provocado por estos frenillos, desde casos iniciales, que pueden tratarse de manera sencilla mediante la extracción quirúrgica del frenillo, hasta situaciones más complejas en las que se ha producido la fenestración del hueso vestibular. En los casos más avanzados, el tratamiento se vuelve más complicado y menos predecible, ya que requiere no solo la remoción del frenillo, sino también la realización de injertos mucosos.

Primera foto: La flecha indica una ligera pérdida del contorno gingival. Se observa un frenillo de inserción alta y la palidez que se produce al traccionar el labio, lo que evidencia claramente su papel en la recesión gingival.
Segunda foto: Un frenillo corto ubicado entre los dos incisivos ha provocado la recesión de la encía a nivel del cuello dental.
Tercera foto: La recesión gingival es más pronunciada, y debajo de la escotadura causada por el frenillo se aprecia su inserción en el borde inferior de la encía. Este tipo de lesión es difícil de tratar con éxito, incluso con injertos mucosos. En este caso, el paciente ya presentaba movilidad clínica del diente afectado.
Cuarta foto: La flecha señala la destrucción del reborde gingival, con una alteración tan profunda que el cemento dental queda expuesto, mostrando un color amarillento bajo el borde gingival.

Llama la atención que, pese a haber recibido atención odontológica durante años por parte de distintos profesionales, a ninguno de estos cuatro pacientes se les recomendó la exéresis del frenillo como medida preventiva frente a la recesión patológica vertical y la pérdida del hueso vestibular. Este hecho resalta la importancia de un diagnóstico temprano y de un enfoque preventivo en el manejo periodontal, con el fin de evitar complicaciones mayores.

<img src="Frenillo-labial-inferior-lateral.jpg"       width="220"       height="188"       border="0"       alt="Frenillo labial lateral mal insertado que afecta el periodonto.">
Frenillo labial lateral alto y grueso.

Los frenillos labiales mal posicionados suelen aparecer en los incisivos inferiores, aunque también pueden presentarse en las zonas laterales, a nivel de los premolares, tanto superiores como inferiores.

Los daños causados por los frenillos labiales pueden variar desde una recesión mínima de la encía hasta la destrucción de la inserción periodontal, con pérdida del hueso vestibular del diente, lo que provoca la movilidad de los dientes afectados. En casos extremos, pueden limitar el desarrollo del labio inferior, causando un labio corto con el borde muy evertido.

En la foto se muestra un frenillo labial hipertrófico en la zona lateral, afectando la papila interdental entre el canino y el premolar.

¿En qué casos y cómo se tratan los frenillos, qué causan problemas?

La eliminación de los frenillos labiales mal posicionados se realiza mediante una intervención quirúrgica, que puede consistir en la remoción total del frenillo y su inserción (frenectomía) o en la reubicación de la inserción del frenillo en una posición más adecuada (frenotomía).

El tratamiento quirúrgico está indicado cuando el frenillo labial provoca retracción de la encía debido a su tracción, o en casos de gingivitis o periodontitis. También se realiza cuando dificulta una adecuada higiene bucal, lo que puede derivar en complicaciones adicionales.

El tratamiento siempre es quirúrgico y se lleva a cabo mediante diversas técnicas. La intervención se realiza bajo anestesia local y puede llevarse a cabo utilizando bisturí tradicional, láser quirúrgico o cirugía de radiofrecuencia. Personalmente, prefiero el uso del bisturí con suturas, combinándolo, en algunos casos, con el láser o bisturí de radiofrecuencia, especialmente cuando se anticipa un sangrado significativo durante la operación. En situaciones donde ya exista periodontitis, se realiza primero el tratamiento de esta condición, y en una segunda fase quirúrgica, se pueden llevar a cabo injertos mucosos para cubrir la raíz expuesta, mejorando así la salud gingival y protegiendo la zona afectada.